Hoy os contamos la experiencia de Mercedes y su grupo, una asociación de mujeres.
Este grupo se desplazó a Galicia durante el puente de Andalucía del 2020.
Un día, el grupo se dirigió a Potes, un municipio situado al Oeste de Cantabria.
Era 25 de Febrero, y el grupo acababa de realizar una ruta a pie alrededor del pueblo, ya casi era la hora de almorzar cuando vieron la torre del Infantado, y pese al cansancio decidieron visitarlo.
Cuando entraron, todos se quedaron con la boca abierta al ver lo que les esperaba dentro: mesas repletas de comida, refrescos y botellas de vino.
El grupo, asombrado, agradeció enormemente la sorpresa a Mercedes, que tras quedarse igual de sorprendida, supuso que sería un detalle de bienvenida del ayuntamiento del pueblo.
Así que, movidos por el cansancio y el hambre, empezaron a degustar la comida y el vino. Todo aquello les supo a gloria, y más después de la larga caminata.
De repente apareció un señor trajeado, que con una voz bastante seria, les preguntó: “¿Qué les parece?”.
El grupo mientras comía y bebía, asintió con la cabeza y todos respondieron : “¡Todo riquísimo!”.
El hombre , con una voz aún más seria, les miró, y exclamó : “Me refería a los cuadros…”.
En ese momento, todos dejaron de comer y al levantar la mirada, se dieron cuenta que estaban en mitad de una exposición de arte.
De repente, todos se levantaron, y como quien no quiere la cosa, empezaron a disimular, mirando los cuadros, y opinando sobre ellos, mientras que, poco a poco, el grupo se iba disolviendo, e iban saliendo del castillo avergonzados.
En conclusión, y como nos comenta Mercedes, aunque pasaron vergüenza, estas son las anécdotas que se recuerdan siempre, y es que, esto es lo bonito de viajar, y lo que más hemos echado de menos durante este 2020.